Una enfermedad llamada "precocidad"

Este semana hemos asistido a diversas noticias, que todas parecen girar en torno a un mismo tema, la precocidad en el Baloncesto. Algunos han hecho referencia a la lesión de Ricky Rubio, donde la duda de sus molestias previas, nos hacen pensar que el problema venía de más atrás. Recuerdo que en Diciembre del 2007 en el IV Congreso Ibérico de Baloncesto, uno de los ponentes decía veremos donde está Pau gasol dentro de 5 años y dónde Ricky Rubio. Por otro lado, se nos han anunciado retiradas de jugadores con poco más de 30 años, veáse:

- Jasón Williams jugador de 8 puntos en la nba y que llegó a su cenit 2001, y se mantuvo en niveles de los 11 ppp. se va con 33 años. y 10 temporadas en la nba.

- Sharef Abdum Rahim se retira con 31 años debido a imposibilidad de superar una lesión crónica de rodilla tras 13 temporadas en la NBA, por lo que debutó con 19 años.

-Hanno Mottola el primer finlandes que jugó en la NBA, y que se retira a los 32 años para dedicarse a otras cosas y que débutó en la NBA con 24 años.

Aún podemos evitar imágenes como esta

Si nos fijamos, no hay practicamente jugador debutante joven que se esté retirando con más de 12 años de carrera, eso sí llegan deslubrando por debutar jóvenes. Si hacemos historia vemos que antes no era así.

 Magic Jhonson, debutó con 20 años en la NBA, cumpliendo su ciclo completo de Universitario, se retiró tras 11 temporadas por detectársele el virus del VIH, cuando sus números eran de 989 asistencias y 1536 puntos por temporada, batió su record de asistencias por temporada. Larry Bird debutó con 22 años disputando un total de 13 temporadas, hasta su última temporada era capaz de liderar a su equipo, a pesar de superar una importante lesión en sus talones. Julius Erving comenzó en la ABA, antigua liga profesional, con 21 años retirándose con 37 años, su impacto en el baloncesto mundial es más que evidente. Michael Jordan debutó con 22 años en la NBA, hasta su primera retirada disputó 11 temporada, y me olvido de arrastrar el ascua a mi sardina valorando su segunda epoca.

Con todo esto podemos ver que el inicio temprano de una carrera deportiva no asegura en absoluto una mayor longevidad como profesional. Támbién nos damos cuenta, que estamos comparando jugadores de nivel medio con las grandes leyendas de este deporte, y no me olvido de Abdul Jabbar, pero eso ya es abusar por mi parte. Así que empezamos a preguntarnos ¿Para qué tanta prisa?

Me produce una gran satisfacción, ver que el cuerpo técnico de la FEB, desarrolló un interesante documento sobre las edades de los jugadores españoles, este estudio biomédico deja algunas notas que deberían ser biblia para cada uno de los que nos interesa trabajar entre los jóvenes. En ella quiero destacar los las entrevistas con Alejandro Vaquera o Carlos Aragón.

En ella nos hablan del trabajo de flexibilidad, hábitos que según Alejandro deben inciarse desde alevines, con vista a su beneficio futuro, o Carlos quien indica que los jugadores pueden evolucionar hasta los 21 ó 22 años, y pone los casos de Victor Claver o Pau Gasol; y una frase que deberíamos repetirnos todos los directores de cantera de hoy en día "Ricky Rubio hay sólo uno"

En el desarrollo de talentos deportivos, se tienen la inercia accidental de "quemar etapas" adelantar evoluciones de niños que o bien son excepcionales (las pocas) o son precoces (la gran mayoría) la precocidad de por sí, no es mala, pero para todo deportista se convierte en una enfermedad crónica, si esta es una disculpa para situar sus expectativas por encima de sus posibilidades reales, frente a lo que debería ser una ventaja.

Los que estamos metidos en el mundo de los sub algo vemos que jugadores con 20 ó 22 años están ya descartados para el baloncesto de alto nivel, y planteamos el segundo año senior como obligatorio para competir al menos dos categorías por debajo de su máximo nivel, es decir un jugador ACB con 20 años debería al menos disputar la LEB Bronce, si estás en Nacional con 20 dificilmente disputarás la LEB ORO y seguramente jamás llegarás a ACB. Ese es el día a día de las canteras, que nos hemos querido inventar.

La realidad es bien distinta, dicho estudio se complementa con uno anterior de la propia FEB, donde la edad media del jugador ACB son los 28 años, y en leb Bronce se reduce hasta los 24,5 años. Entonces ¿Por qué tanta prisa? Cuántas canteras tenemos necesidad de preparar jugadores ACB, y sobre todo c¿uántas tenemos necesidad de planificar un proyecto de élites deportivas, a costa de abandonar por el camino a tantos y tantos buenos aficionados. Y sobre todo si deben ser maduros para competir, frase que la federaciones, usan demasiado a menudo, cuándo podemos enseñarles esa base de felxibilidad, hábitos de salud deportiva, y como podemos hacer para que el trabajo de fuerza no afecte a una buena evolución de su estructura osea.

Los niños no son barro fresco, que una vez moldeado podemos volverlo a convertir en una bola informe y empezar de nuevo, una y otra vez. En nuestro caso, un error en el moldeado y sólo obtendremos un precioso jarrón roto.

Todo esto son pensamientos que llegan cada vez que veo que un jugador que se inicia como cadete, sin altura, sin conocimiento del deporte queda descartado para la élite con CATORCE AÑOS. Hasta ahora la potenciación de la precocidad en el deporte sólo ha demostrado, que favorece personalidades débiles, una salud frágil, y un prematuro hastío por el deporte de élite. Por ahora, el baloncesto es un ejemplo menor, y los Anelka, ronaldos y ronaldhiños o Raules (sólo 31 años, y se habla de su retirada), son excepciones, estamos a tiempo para vacunarnos de esta enfermedad crónica, y al igual que nuestra educación pensar que los itinerarios formativos son múltiples y todos igualmente válidos.