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viernes, 27 de febrero de 2009

Pensamiento Estratégico en el Deporte


Estas nuevas ocupaciones de las que disfruto me permiten el poder y tener  que dedicar un tiempo a la lectura de diversa documentación, entre ellas estoy dedicando una lectura más calmada, y esperemos que en profundidad, del libro  “La Praxiología Motriz: fundamentos y aplicaciones” Hdez. Moreno y Rdguez. Ribas…





…Su lectura me ha llevado a releer  los diversos trabajos que realicé durante la carrera y donde entrelazaba la praxiología motriz y la iniciación deportiva, así como mis propias concepciones de diversos aspectos. Desde aquel tiempo hay una serie de aspectos de estudio que me resultan de interés, por un lado la utilización práctica del análisis estratégico del deporte, según se entiende desde la Praxiología Motriz, y por otro lado, el aprovechamiento de la estadística como elemento de confirmación de las diversas hipótesis de trabajo que puedes plantear en este escenario, de forma que nuestra investigación pueda considerarse científica.


Los principios


El cursar en el año 1995 la asignatura de Fundamentos de la Táctica Deportiva, así como las diversas charlas y colaboraciones con el Profesor Hdez. Moreno y los miembros del GEIP de la ULPGC, me llevaron hacia estos intereses. En aquel momento, coincidió un aspecto fundamental, el volver a interesarme por la programación que en aquellos años se abría a las herramientas visuales, donde frente al código lineal se planteaba el diseño de mapas conceptuales donde representar el flujo diseño y desarrollo de las aplicaciones informáticas.


Aquellos trabajos de aquel tiempo


De aquellas asignaturas nacieron diversas ocupaciones y trabajos y en ellos se planteaban estas ideas, fue en el año 1997 cuando al Excmo. Ayto. de Las Palmas de G.C.  presentamos un proyecto de desarrollo de una escuela de Rugby, donde la base de los principios formativos de la escuela englobaban estas ideas.


En aquel momento, no podía ver reflejado estos conceptos como los encontré en la página 65 del libro de Moreno y Ribas, por aquel entonces si que tenía claro que la estrategia no era un parámetro más, era “EL PARÁMETRO”, mucho mejor llamarlo como puedo leer dimensión o variable, entendiendo además que el resto son algo así como elementos interactuantes y que definen a la estrategia.


Las obras de Parlebás, Riera, Tálaga, Mahlo, y lo aprendido en la asignatura de Hndez. Moreno, y también el haber podido colaborar con F. Amador durante el proceso de informatización de su Tesis,  me permitieron ver múltiples vertientes de una realidad que en aquel tiempo, creo que se veían como múltiples realidades.


El proyecto del año 97 me dejó reunir todo lo que había en mi cabeza, por aquel entonces, juntar mi concepción de la estrategia motriz, como encajarlo en el aprendizaje deportivo, y representarlo mediante aquella herramienta de los mapas conceptuales.


Fases del Pensamiento Estratégico


La explicación siempre me ha parecido, más compleja que la propia realidad, posiblemente porque no le he dedicado el tiempo que se debe y que permite hacer el dedicarse al estudio universitario. Pero bueno, como este blog va de batallitas, esta es una más.


Por pensamiento estratégico entendemos las distintas decisiones tomadas por el  jugador (¡práctico motor podríamos denominar?, jeje) dentro de una situación motriz, y que le encaminan en busca del  objetivo práxico.


Las distintas decisiones le permiten diseñar una serie de secuencias de acciones motrices, que se entiende dibujan los distintos caminos  hacia ese objetivo; el conjunto de las diversas secuencias  motrices y su interrelación como respuesta a las distintas situaciones motrices del juego, tiene su representación en el mapa conceptual de la estrategia motriz deportiva.


En el caso de los deportes de cooperación-oposición con móvil, caso de nuestro baloncesto, yo entiendo que el sujeto se sitúa en un serie de situaciones, donde su objetivo es conseguir utilizar la relación positiva con sus compañeros, para evitar los impedimentos  planteados por sus adversarios, quienes a su vez intentan establecer esa cooperación entre sí.  Desde aquí abogamos por eliminar, el concepto genérico ataque- defensa como posesión del balón.


Nunca entendí como formar a unos niños explicándoles que en Rugby cuando van  a sacar de touché a 5 metros de su línea de marca, están atacando y que por eso en general se suele intentar una patada lo más larga posible que conllevará, posiblemente la pérdida de posesión.


O que superar pasar antes de 8 segundos el medio campo, en baloncesto, superando un dos contra uno sobre el jugador que sube el balón es atacar, y que por eso intentamos proteger mediante bloqueos el desplazamiento de nuestro jugador con posesión.


A modo de resumen, que va siendo hora, el pensamiento estratégico entiendo que se desarrolla de la siguiente manera:


-          El jugador se define dentro de la situación motriz planteada reconociendo y asumiendo su rol, tal como entendemos en función de cooperar, oponerse y la posesión del móvil de juego.


-          Según el rol asumido, debe establecer cuál es el objetivo colectivo que plantea su equipo, y en función de este definir cuál es su actuación individual para la consecución de este objetivo.


-          Esta función individual le permite, por tanto, definir cuál es su objetivo individual, donde en todo caso siempre se debe supeditar al objetivo colectivo.


La representación de la decisiones individuales tomadas por el jugador se representan en su mapa estratégico individual, donde cual diagrama de flujo vemos representadas las distintas secuencias de acciones motrices individuales que permiten alcanzar los distintos objetivos del juego.


Como deporte colectivo, nuestro propio equipo actuando como una unidad, cuyo pensamiento es algo más que la suma de las partes,  actúa colectivamente en secuencias de acciones motrices colectivas, estas secuencias conforman el mapa estratégico colectivo, que deberán definir los caminos del objetivo común, que en una simplificación podríamos reducir a conseguir la marca o anotación.


Por lo tanto, el objetivo motriz individual del jugador deberá responder a este objetivo motriz colectivo.


Si bien en cuanto a estratégica motriz deportiva parece claro que el objetivo es anotar; esta se supedita a una estrategia deportiva que puede llevar a que el objetivo del equipo no sea ya anotar más o menos puntos sino incluso no anotar, así por ejemplo nuestra posesiones se orientan a mantener el balón para impedir la posesión del equipo contrario. O bien en función de los intereses clasificatorios incluso permitir que nos anoten.


Las fases en forma de pregunta serían:


¿Quién Soy - Dónde estoy? - ¿Qué quiere hacer mi equipo? - ¿Qué puedo hacer yo? - ¿Qué debo hacer para que mi equipo cumpla su objetivo?


Y todo esto para que sirve


Pues parece claro que si queremos lograr ese sueño formativo del jugador inteligente, será aquel cuyo mapa conceptual estratégico recoge los caminos correctos para alcanzar los objetivos estratégicos motrices y deportivos establecidos como posibles.


Por lo tanto la formación deportiva debe orientarse a que el jugador conozca, comprenda, desarrolle y utilice su pensamiento estratégico motriz y deportivo. Es decir deberá dominar las distintas secuencias de acciones motrices que le permiten cumplir los distintos objetivos motrices.


Como tales estos objetivos se deberán aprender en su contexto, el cual deberemos intentar  plantear a lo largo del todo el proceso formativo de forma escalonada y progresiva, y aquí está el quid de la cuestión, si planteamos que la formación es un camino en un solo sentido, llegar a ser jugador completo o inteligente, atajar o acortar elimina parte del camino, por lo que el viaje no se hará completo.  Ningún caminante se le ocurre hacer más kilómetros al principio que la final, al contrario cuanto más dominamos más posible es que podamos ir más rápido no al revés.


Eso de la detección del talento, ha llevado a convertir la iniciación deportiva en una aceleración del talento, que ha terminado por acortar el talento. Claramente, debemos abogar por una formación o desarrollo del talento, que se entiende por conocer todas las posibilidades que tienen estos mapas conceptuales del pensamiento estratégico.


No debemos, por tanto centrar la formación en un único aspecto, comenzarla por pasos intermedios, sino como mapa conceptual de secuencias comenzar por las secuencias más simple y por el inicio de las secuencias, sabiendo de antemano donde queremos terminar.


Por otro lado, si este es el camino marcado por el éxito deportivo, el análisis del rendimiento deportivo deberá ser tratado desde esta vertiente, buscando en las secuencias de las acciones motrices individuales y colectivas las que conllevan el éxito, así como encontrar las que impidan el éxito de nuestro adversario.


Resumiendo para aprender a jugar al baloncesto debemos saber que:


necesito un balón,


que unos amigos me ayudarán


otros impedirán esa ayuda


que intentaremos el balón en una canasta


y que los otros intentarán lo contrario


Y a partir de aquí podemos exagerar diciendo que hasta nos sobra aprender a botar. 



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