En este blog en mínimas ocasiones abordo temas que impliquen directamente mis vivencias en la actividad diaria. Eso de contar si fulano o mengano me han dicho, he dicho, he hecho o deshecho, lo dejo para otros. Pero en el fondo cada texto, es parte de lo que vivo día a día.
En Mayo de este año harán 4 años desde que ando en esta locura de dedicar, las casi 24 horas del día, a trabajar en un club de Baloncesto, si cuando empecé me hubieran dicho que podría estar hablando de esta situación me entraría la risa....4 años, nuevas canas y 5 kilos más.
Finalmente, han pasado 4 largas temporadas, donde comenzamos varios ¿ilusos? pensando que en un club de pueblo se podría trabajar la cantera de otro modo, creo que con todas las personas que han pasado o siguen en el proyecto, se va consiguiendo el objetivo en que todos he ido sumando.
Ahora comenzamos un año donde sumando, sumando ¿ilusos?; entrenadores superiores van a formar a alevines, entrenadores superiores van a dedicar a formar niñas, donde álgún joven del pueblo sin cumplir 20 años podrá entrenar a un equipo de seniors, donde nos rompemos los cuernos para meter sesiones específicas de coordinación y flexibilidad entre la técnica de tiro, el aprendizaje de la presión al saque de fondo.
O donde, intentamos convertir a entrenadores en asalariados; y en medio un montón de chalados que se dicen llamar directivos y que un sábado a las 2 de la mañana se plantan con los ojos como platos, mirando al techo, pensando a quien convencer que poner el 0,7% de sus beneficios en un club de baloncesto es rentable.
Y todo esto, teniendo como objetivo, que año a año, consigamos convertir aficionados al baloncesto en jugadores de competición nacional.
Suena bonito, quizás por irrealizable, quizás porque es lo que honestamente debe hacer alguien que se quiera llamar educador. Pero luce poco... (Aquí empezamos a enterrar el idealismo).
Los proyectos deportivos, por mucha carga educativa que quieran tener, no lucen al gran público, la sociedad actual valora aspectos que no están relacionados con el proceso, con objetivos a largo plazo, o con progresiones, lo que importa es el final.
Ricky Rubio, no sería el mismo, sin ganar la minicopa, sin arrasar en Iscar o sin la copa del Rey de la R&R, esa es la sucia realidad de este mundo que llamamos de base, y que no queremos diferenciarlo de la élite. (Aquí le metemos 2 metros de tierra encima)
Todos hablamos de no tratar a los niños, como adultos pequeñitos, pero todo el sistema gira en torno a torneos, victorias, convocatorias, fichajes y títulos.
Quien quiere montar un proyecto de cantera, debe buscar un evento o éxito que refrende su trabajo, poco importa el que mantengas un seguimiento individualizado donde valores casi a la canasta la progresión en la mejora del tiro, la polivalencia partiendo de aprovechar las ventajas de cada individuo, eso sólo vale si te ha servido para ganar o superar algún reto. Y tiene que ser ya. Como en los mayores.
Ese es el baloncesto real de base, que se quiere, que piden los padres, que piden los niños, que pide la sociedad, luego lamentaremos los juguetes rotos, las expectativas exageradas insatisfechas, criticaremos los resultadistas en benjamines.(Aquí le ponemos una bonita flor encima)
Pero quien actúa como supuestamente queremos todos, debe pasarse 4 años, o una vida; explicando, argumentando, defendiendo su inocencia, y pasando por una especie de friki curioso, de especímen simpático (más bien odioso) que anda tocando las narices al personal. Incluso los miles de estudios y datos científicos que avales sus creencias, que no dejando de serlo son realidades, sólo sirven para aumentar su imagen de tipo raro o recien caido de un guindo.
Así pues si te queda la posición de jugar la partida que te proponen, de pensar que esto es un teatro, y tú un cómico; guardar tu vocación de artista de autor (por decirlo así), mientras haces el papel de maceta, esconder tus verdaderos objetivos y mostrando como tus grandes éxitos aquellas cosas que para nada te importan.
Todos te felicitarán por lo bien que lo haces y lo bueno que eres, tu dirás que sí, que siempre has trabajado por esto, y que es el refrendo al objetivo que se ha marcado tu colectivo, y que seguireis progresando para que cada vez más los resultados sean mejores.
Por en medio, convencer a los verdaderos protagonistas de que es lo importante, aquello que no saldrá en las fotos, aquello que no verán sino dentro de una década, el resultado final auténtico del proceso, eso que no es merecedor de títulares ser tan buen competidor como persona, y ser tan completo como deportista que como persona, haya o no haya lucido en una foto con una copa más o menos brillante. Trabajar para realmente conocer todos los aspectos de tu deporte, que serán los que de verdad te lleven al éxito.
