Es Joan plaza el entrenador del equipo de Baloncesto del Real Madrid, por el que me he hecho madridista de Baloncesto, bueno semi porque siempre estará antes el "Granca". Para mi representa el baloncesto en esencia pura, 29 años de sacrificio para conseguir llegar a lo más alto y ahora demostrar que el Baloncesto o como dice Pepu B-A-L-O-N-C-E-S-T-O existe.
Hoy deberían leer la fabulosa entrevista de la última página de Marca, con la mujer de este señor, a mi me emocionó detalles como que cuando le ofrecieron el puesto rompieron a llorar juntos e hicieron una foto del suelo donde estaban. Que la emoción por este deporte te lleve a esos detalles, sólo lo entiende quienes lo amamos profundamente.
Para mi el baloncesto ha sido, es y será como esa chica preciosa guapísima, de la que te enamoras como un tonto, pero que sólo te quiere como amigo, por estar con ella sufres, de ves en cuando te da algún arrumaco, con el que crees que estais juntos, pero luego siempre se besa con otro. Al final, te alejas por no sufrir, pero ella como perversa y seductora vuelve a por tí, te ofrece caramelitos, te dice que sólo tomar un café y al final acabas en su casa pensando que esa vez si te va a besar, aunque sabes que nunca lo hará. Por suerte a Joan la chica lo ha besado.
Porque hace un baloncesto bonito, porque hace un baloncesto lógico, porque le quiere, Joan debería triunfar debería ser el nuevo Lolo Sainz del Madrid.
Desde luego ha mamado Basket, ha estado con tres grandes Aito, Malykovic y Comas. Durante la carrera, pude disfrutar de un clinic con Aito, una amiga que había tenido mejor relación que yo con el Basket nos avisó de la maravilla que es Aito, ya le había dado un Clinic como jugadora, en aquella ocasión se trata de hablar de entrenamientos, yo he oido a varios hablar de Baloncesto,pero me quedo con tres Moncho Monzalvez, Aito García Reneses y Lolo Sainz, esto tres cuando hablan de Baloncesto te lo meten en la sangre te cala hasta el tuétano, y aquella mañana fue así oir hablar a Aito de enseñar a jóvenes te enamora, por eso que ahora esté en el Joventut con gente jóven, es como un acto de romanticismo, después de estar en lo más grande, me voy a cumplir un sueño romántico.
Joan Plaza está ahora llegando a la cima, como ha subido sin oxígeno al estilo tradicional, aguantando mucho, porque porque en el Baloncesto incluso algunos entrenadores de LEB (segunda división de fútbol) no ganan para vivir de esto, habrá pasado las putas para trabajar y trabajar, sólo por amor, me gustaría que se pudiera saber lo que ha cobrado a lo largo de estos 29 años de ascensión en el deporte, incluso lo que puede estar cobrando ahora comparado con otros ilustres, todo por este deporte.
A mi ahora, me ha vuelto a guiñar un ojo la chica, también me lo busqué porque se la quise presentar al mayor para ver si el se la ligaba, por ahora parece que hacen buenas migas, pero ella volvió a preguntarme que tal me iba y yo la he dejado que me invite a café.
Como a Joan el Baloncesto me cogió de muy pequeño, no se si a él le ha pasado pero a mi me maltrató, de media docena de entrenadores que he tenido, sólo uno me enseñó realmente algo, el resto me utilizaron, aprovecharon mi altura, sin dejar nada, eran otros los que le interesaban, de hecho sólo recuerdo que uno me enseñara a mi, podemos decir que era otro Joan, otro enamorado del Basquet por el que se dejó la salud, en un accidente de los gordos que te deja medio cojo. Alguno incluso, en años de entrenamientos, no me llegó a dedicar personalmente más tiempo que el que por ejemplo me dedico Monzalvez en una semana de un Clinic con otros 500 chicos, que si divides salen 5 minutos por niño, yo tuve la suerte de estar 10 minutos y ese es el recuerdo que tengo.
Por eso casi no sé botar, sino lo que aprendí, de hecho ahora que estoy sin entrenar creo que se botar mejor que antes porque mi experiencia docente es mejor que lo que mucho de estos me enseñaron.
Bueno pues este recuerdo al Basquet hoy tiene explicación pero ya os la contaré. Ahora voy a ver si el sábado puedo ver el Real Madrid-Granca por los chinos.
