Entradas populares

viernes, 27 de febrero de 2009

Canasta-motivación-presión

Aquel verano habíamos acabado con un curso donde el proyecto de innovación educativa "Olimpia 2000" nos había permitido entrenar regularmente al baloncesto, eso más las horas que echábamos en la cancha del Instituto.

Después de que algunos nos hubieran tomado el pelo con supuestas pruebas para entrar en distintos equipos federados, algunos compañeros decidieron que teníamos que hacer nuestro club. Así pues, y gracias al empuje del tío (Tony Esparragón) de uno de ellos fundamos un club de baloncesto con nuestro equipo, el Archipiélago 8, y el logo de un buitre por bandera.

Aquel año surgió una de esas tanta innovaciones competitivas, de las que disfrutan tanto las federaciones, los equipos se organizaron en grupos de 4 donde los dos primeros pasarían a una liga de 10 mejores por el título. Por supuesto, en este grupo con cabezas de serie, niños de COU siendo separados en cabezas de serie, nosotros éramos claros favoritos, al cuarto puesto.
 En nuestro grupo se encuadraba como cabezas de serie el Salesianos B, existía un C, y el TENEFE, equipo del Municipio de Vecindario, que según nos decía había quedado subcampeón de Canarias.

Así pues, todo el mundo nos consolaba con que no nos desanimáramos si perdíamos de muchos puntos, que todos los equipos llevaban mucho tiempo jugando y que nosotros era la primera vez, y que gran verdad la primera vez que pertenecíamos a un equipo con un equipaje, que teníamos preparador físico, etc...

Nuestros recursos eran, una limitada técnica, el poco conocimiento táctico que supimos aprender en la pretemporada, una tremenda preparación física (excesiva para aquellos chavales) y una inmensas ganas de cumplir un sueño.

Nuestro primer partido, contra el TENEFE en su cancha, para nosotros aquel pabellón, que luego visitamos alguna otra vez, era el MADISON SQUARE GARDEN, comenzó el partido lo normal era que aquel fantástico equipo de Vecindario nos pasara por arriba, los nervios, la inexperiencia, el tradicional trato especial de los árbitros al nuevo de la categoría, nos puso al final de la primera parte en 21 puntos abajo.

Llegó el descanso, lo cierto es que no recuerdo estar triste, jugábamos la baloncesto, nos divertíamos y estábamos en un banquillo, con un entrenador, si algo recuerdo de aquel día, fue el círculo que formamos entorno a Tony, no recuerdo en los siguientes años ningún discurso como aquel, no repasamos sistemas, no nos cayó ninguna bronca por el desastre de partido, simplemente comenzó recordándonos que estábamos ante nuestro sueño, ser jugadores de un club de baloncesto, que teníamos árbitros de la federación ( que pagábamos con nuestro dinero, el equipo no tenía patrocinador, y todos los gastos los llevábamos los jugadores), que teníamos que luchar por el sueño de ganar un partido, que íbamos a presionar toda la segunda parte, la frase fue "Canasta-motivación-presión, no canasta-no motivación-no presión".

La presión en nuestra zona la habíamos entrenado hasta la extenuación, en aquel momento podíamos valorar que llevábamos un claro sobreentrenamiento físico, con sesiones casi diarias de playa, playa y playa, de dos y más horas. Algunos sólo sabíamos tirar de gancho, prácticamente ninguno se acercaba al ambidextrismo, y yo como pívot más alto tenía en aquel tiempo menos de 1.90 en COU. Sólo defendíamos en zona, la defensa individual casi que se nos atragantaba y era imposible de aprender en mes y medio de pretemporada. Así que el 2-1-2 era nuestro castillo.

Pero aquel día físico, ilusión y ganas, se juntaron; en las primeras canastas el Tenefe se alejó un poco más. Pero llegó nuestros primeros puntos, posiblemente un triple de nuestro base o aleros.

Nos volvimos a colocar en zona, pero a la señal del base, el grito de “rojo” todos nos lanzamos a por nuestro atacante, como buitres locos, les gritábamos ¡rojo, rojo, rojo!, yo creo que nadie entendía que hacíamos, salvo nosotros, era la lucha por nuestro sueño ser jugadores y ganar un partido, la mezcla de la fuerte defensa, el grito ensordecedor, y los continuos robos que finalizaban en contraataque, nos llevó a ganar el partido, el sueño se cumplió.

Al final de partido, nos abrazamos, alguna lagrimita se nos había escapado, sobre todo a los adultos, no era un partido de especial trascendencia, o bueno si que lo era, era nuestro primer partido de baloncesto federado, nuestro sueño alcanzado, merecía la pena hasta llorar.

Aquel año se consiguió ganar al Salesianos B en nuestra casa, sobretodo porque el malogrado arbitro Volpini, nos pitó como él sabía, bien y de forma equitativa, y porque el  rojo, rojo, rojo volvió a funcionar. Y entramos en el grupo A el de la lucha por el título y el de los mejores, allí nos enfrentamos a las promesas del Granca, la cantera del Unelco, los mejores del Salesianos, y así con lo mejor de la isla, sólo fuimos octavos, con tres o cuatro partidos ganados. Pero creo, que pocos de aquel equipo de aquel año, olvidarán aquel canasta-motivación-presión que hizo nuestro sueño realidad.

1 comentario:

  1. [...] recuerdo que el primer año de EBA, el coste de inscripción de la plaza eran 250.000 pesetas, en aquel tiempo, el que les escribe, pertenecía a un proyecto como alguna vez he recordado, que formamos unos amigos-locos por nuestro deporte: leáse: canasta-motivación-presión. [...]

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.