Nos levantamos hoy, con la noticia de que Armstrong el ciclista que dominó la primera década de este siglo el ciclismo mundial, se rinde y no se defenderá de las acusaciones de dopaje.
Usa la palabra rendirse, para entender que no reconoce haberse dopado, pero será castigado como tal.
El título dado a este post, lleva a confusión porque el ciclismo que muere es este ciclismo, el que nació en aquellos tiempos, el ciclismo del máximo control ejercido por una superioridad física que nadie pone en entredicho, y que ahora si todo continúa como está avisado, se demuestra que era una gran mentira.
Lance Armstrong, dominó el Tour mucho más allá de ganar etapas y clasificaciones, siendo como era, el ciclista más importante, todo lo que decidía en cuanto a su participación, afectaba a rivales y equipos. Elección de gregarios, planificación, etc...
Muchos imitaron sus planes de preparación, el Tour se distanció a años luz del resto de Grandes Vueltas, que quedaron dos o tres peldaños por debajo en importancia.
Cambiar el ganador de 7 tours, es cambiar por completo la historia reciente del ciclismo, pero quedarán muchas cosas que se han perdido, los posibles contratos de esos ganadores, con otros equipos y por tanto, toda la estructura de equipos de ese década, que hubiera dado un ciclismo completamente diferente, y seguramente tan abierto, que no se parecería en nada las tácticas y formas de afrontar las etapas, de prácticamente ninguna vuelta.
De 1999 a 2005 ser importante en el ciclismo, era batir a un Lance Armstrong, misión que ahora se muestra casi imposible.
La fortuna hizo que pudiera superar una difícil y mortal enfermedad, de la cual su cuerpo salió profundamente modificado con una pérdida de peso considerable y sin pérdida prácticamente de masa muscular, la misma fuerza con un aproximadamente 20% menos de peso. Si hace se añade la mejora artificial, de sus capacidades de transporte de oxígeno a esa musculatura se logró la máquina perfecta.
Una máquina, que era mentira que fuera lograda sólo con el trabajo.
Quedan ahora varios análisis que hacer:
- si este ciclismo que ahora muere es posible afrontarlo sin los tratamientos médicos prohibidos,
-si el el propio UCI Pro Tour, el principal promotor del dopaje por exigir un calendario que ningún deportista consigue mantiene en plenas facultades.
-Y sobre todo, si esta caza a Armstrong, continuará implacable hasta erradicar el dopaje totalmente del ciclismo, o son sólo consecuencias de luchas interesadas.
Finalmente, ¿Tiene relación el caso Contador, y su ilógica Sanción, con la sanción a Armstrong?
