Aunque es un tema totalmente local, sirve de muestra para muchos lugares de nuestro país. Demasiadas veces, y demasiadas con razón, las entidades deportivas nos quejamos de la poca sensibilidad y atención recibida por las administraciones públicas.
Parece, con demasiada frecuencia, que molestamos a nuestros administradores, que sería mejor que no existiéramos, a pesar de los continuos discursos sobre la necesidad de reconocer la "labor impagable" que realizamos las entidades y asociaciones deportivas.