Aunque es un tema totalmente local, sirve de muestra para muchos lugares de nuestro país. Demasiadas veces, y demasiadas con razón, las entidades deportivas nos quejamos de la poca sensibilidad y atención recibida por las administraciones públicas.
Parece, con demasiada frecuencia, que molestamos a nuestros administradores, que sería mejor que no existiéramos, a pesar de los continuos discursos sobre la necesidad de reconocer la "labor impagable" que realizamos las entidades y asociaciones deportivas.
Hablemos en pasado, refiriéndonos a la semana pasada (parece utopía, pero esta vez realidad), un club de mi provincia. El CB Culleredo, presentaba en su web una queja por el estado de la instalación en la que nuestros más pequeños, (iba a decir disfrutan) "sufrían" la práctica de su deporte. El hecho grave, provocó la reacción de quejas de varios medios, e incluso la referencia en la prensa autonómica.
Sea por evitar una oleada de críticas, sea por la causa que sea, pocas veces una institución pública, responde con el silencio y en vez de la disculpa fácil bajo la consabida crísis o recorte presupuestario, nos responde con la labor eficaz y callada, en este caso ha sido así.
Ahora toca a todo el que se hizo eco de la coherente queja y crítica reconocer la buena labor.
Así el primero, ha sido el propio cb culleredo, quien reconoció la eficacia del trabajo.
En mi caso, que tantas y tantas veces nos quejamos, creo que con razón de esta falta de apoyo, lo hago también.
En este breve episodio, son varias las conclusiones, que te llenan de satisfacción; por un lado ver que cuando el mundo del baloncesto se mueve dentro de los cánones de la colaboración las cosas salen bien, la queja extendida por todos los medios posibles, permitió que llegara a personas competentes que asumieron sus funciones para dar una solución.
En segundo lugar, la Xunta de Galicia, mediante sus órganos operativos, sea su servicio de deportes, su secretaría xeral, que oida la queja buscó la solución más eficaz, creo que en este caso, ha sido competente con sus competencias, redundante y pocas veces más cierto.
Y al final de esto las personas, que son las que firman, actúan o deciden, no creo que sea necesario nombrarlas, pero ellas saben que tienen nuestro agradecimiento; y que se demuestra que detrás de cualquier institución o entidad son las personas y profesionalidad o compromiso, las que hacen útiles o válidad a las mismas.
¡Ojalá todo siempre sea así!¡Sígamos siendo optimistas, que el mundo está muy mal para no serlo!
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