Pesadillas del Baloncesto: El despertar de un mal sueño

Desde el blog de Eduardo Burgos, me hago eco de la triste situación del Canasta Unibasket Jerez. Que jugadores que disputan la que llaman una liga profesional hablan de cuestiones tan aberrantes como dormir en el suelo de autobus, o estar malcomiendo por la falta de salarios. Si esto sucediera en cualquier empresa de las que están sufriendo esta ¡¿Pertinaz?! crísis, seguramente los sindicatos estarían clamando al cielo, y hasta convocando paros solidarios; pero estos son deportistas, es normal que pasen estas cosas, el fútbol debe 600 millones de euros a la S.S. y de I.R.P.F., así que es normal que el deporte deba dinero. (nótese el tonilo de ironía de bajo nivel)

El problema está en que hemos querido tener 4 ligas profesionales como el fútbol, sí o sí, y a costa de incluso saltarnos plazos, rigores administrativos y económicos, y ahora nos encontramos con esto, lo que se pueda estar viviendo en el resto de categorías nadie lo sabe, se conoce la situación del C.O.B. Ourense, la desaparición del Girona del ámbito ACB, las dificultades del Manresa. Está claro que la FEB tiene gran parte de culpa al querer mantener un programa de competiciones que no tiene por donde agarrarse, entre ligas circuitos y torneos de todo tipo.

Ahora se destapa la crisis; supongo que el que al inicio de esta temporada no se haya querido reaccionar entendiendo que, si dificilmente se cubrían las plazas en el plazo previsto de inscripción, esto era signo de algún problema. Situación grave, en la que entre la creacion de una Leb Bronce que no debía existir y que suponía el descenso administrativo de 80 equipos y por tanto perdía sentido llamar  Nacional a la nacional, y la crisis no reconocida, y que directamente afectaba a los principales patrocinadores del Baloncesto actual, constructoras y empresas afines, ahora nos vemos con el temor del final de temporada.

Ahora vienen dos puntos culminantes que van a poder dar una señal clara de como está el baloncesto; por un lado, las fases de ascenso y clasificación, viajes, en algún caso a ninguna parte, donde se pueden hipotecar hasta el 20% del presupuesto de algunos clubes, en el caso de los de ascenso a EBA; y sin la seguridad de que se va a jugar el año que viene. Y en segundo lugar el final de temporada y el riesgo de denuncias por impagos, que termine en un carrusel de clubes impedidos de inscripción para la próxima temporada.

Que la FEB se ha podido equivocar es innegable. Tiene este verano el momento de rectificar, reconociendo que la estructura de ligas no puede estar cambiando cada temporada o cada dos, acometer la reestructuración para las próximas 10 temporadas, sabiendo que las bonanzas económicas van siempre a repercutir en una presión añadida a disponer de equipos del más alto nivel en cualquier pueblo o villa con un crecimiento acelerado; pero las ligas feb deben ser unas, (grandes y libres, que diría alguno), las que el baloncesto precisa para alcanzar el mayor nivel de nuestros deportistas y no la respuesta megalómana a los delirios de grandeza de especuladores venidos a directivos de clubes, o de empresas en busca del anuncio fácil sin compromiso de permanencia, convirtiendo este deporte en un circo de monstruos y gigantes.

 

De aqui algunas ideas de lo que debería ser el baloncesto español.

- Guste o no la liga principal de España es la ACB, no la LEB Oro, la LEB Oro es la estación de paso de clubes que realmente buscan crear una estructura profesional que les permita competir en la segunda liga del mundo.

- Por lo tanto no es posible, creer que hay muchos más equipos profesionales que los de LEB Oro, a partir de aquí el amateurismo se abre paso.

. Puede existir un segundo escalafon, donde el profesionalismo puede estar más orientado a los jugadores que a los clubes, queramos o no en LEB Plata hay poco directivo a dedicación exclusiva, lo cual quizás, aporte más mérito a su trabajo y dedicación. Por lo tanto, si hablamos de dos grupos no hablamos de 30 equipos quizás como mucho 20 en dos grupos o conferencias geográficas o no, pero que repartan el nivel competitivo a partes iguales o aproximadas, y una fase final común más o menos larga con formato de liga regular o play-off a convenir. ¿tiene sentido en este nivel disponer de un americano de NCAA o Internacional por el país que sea?.

-El siguiente paso es la EBA,o como se le quiera llamar, ¿LEB BRONCE? formado obligatoriamente por jugadores SUB 22 y un máximo de 3 ó 4 de edad superior, con las mismas restricciones de fichajes que una LEB, por supuesto esto conlleva la desaparición del famoso circuito sub-20. Cuya estructuración debe responder a la proporcionalidad entre una liga superior de 20-22 equipos y las consiguientes competiciones autonómicas.

En el ámbito autonómico, se debe responder a los niveles de organización de los territorios, úrbano, provincial y autonómico. cualquier otra división es redundar en los mismo niveles, solapamiento incoherentes, que no hacen sino perjudicar la estabilidad de proyectos y estructuras.